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Cáncer de mama y linfedema

Cáncer de mama y linfedema
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Cáncer de mama y linfedema

En este pequeño apartado del blog me gustaría hablaros sobre el cáncer de mama y el linfedema.

El cáncer de mama es el tipo de cáncer más frecuente en la mujer, de hecho, según datos de la SEOM se estima que durante el año 2020 casi 33000 mujeres serán diagnosticas.

Es una cifra muy elevada, pero gracias a la investigación continua hoy en día hay muchísimas posibilidades terapéuticas. Yo, como fisioterapeuta voy a centrarme en las posibles secuelas de esos tratamientos, donde reside mi campo de actuación.

Las modalidades terapéuticas más comunes son la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia. Y una de las pruebas más en boca tras el diagnóstico de cáncer de mama es la biopsia del ganglio centinela, que nos dará información sobre si las células tumorales han salido de la zona de origen y han podido diseminarse o no. La positividad de esa prueba marcará el grado de resección en la cirugía. Por otro lado, la radioterapia, como tratamiento primario o adyuvante, consiste en radiar la zona, tanto células tumorales como sanas. Hablo de estas dos modalidades terapéuticas, puesto que ambas están estrechamente ligadas a la posibilidad de aparición de un linfedema.

¿Qué es exactamente un linfedema?

Cómo se trata el linfedema

Es el aumento de volumen de una extremidad (del brazo o mama del hemitórax operado en los canceres de mama) debido a que nuestro cuerpo es incapaz de drenar el líquido linfático tras la extirpación o daño en los ganglios linfáticos por consecuencia de los tratamientos recibidos. Visualmente se presenta como un aumento de tamaño progresivo y continuo de la extremidad que a su vez provocará alteraciones en la función del miembro y un aumento de peso que puede llegar a ser bastante incomodo y en ciertas ocasiones llevar al desuso del brazo.

No se presenta en todas las mujeres operadas, pero sí en un porcentaje significativamente importante, por lo que es necesario conocer algo más sobre él para estar atentos a las señales y de esta manera poder hacer una detección precoz, en el caso de padecerlo o una prevención adecuada que nos permita minimizar al máximo las posibilidades de padecerlo.

¿Cómo se trata el linfedema?

Cómo debo actuar ante la aparición de un linfedema

El linfedema, actualmente, no tiene cura, pero desde la fisioterapia podemos hacer mucho en su tratamiento, para facilitar a quien lo padezca un aumento en su calidad de vida reduciendo el volumen del miembro afectado.

Dentro de los tratamientos que se ofrecen desde la fisioterapia nos encontramos la terapia descongestiva compleja. Existen varios métodos, pero la finalidad de todos es la misma, ayudar a la evacuación del líquido linfático hacia otros ganglios sanos que sean capaces de cumplir su función, provocando una importante disminución del volumen en el miembro afectado y por consiguiente un aumento en la funcionalidad y calidad de vida del paciente. Este procedimiento es el conocido como drenaje linfático y siempre debe ser realizado por un fisioterapeuta experto en patología linfática.

También existe el vendaje multicapas, que como su nombre indica, consiste en varias capas de vendaje realizadas de una manera concreta que facilite el autodrenaje del miembro. Se coloca tras el drenaje linfático y debe conservarse hasta la siguiente sesión con el objetivo de mantener los resultados obtenidos y mediante las presiones que ejerce y junto a la actividad de contracción del musculo, disminuir un poco más el volumen.

Se aconseja que las sesiones sean diarias y se dejarán de realizar en el momento que comprobemos que no es posible reducir más el volumen. Es entonces cuando entrarán en juego los ortopedas, que medirán la extremidad para pedir una venda de compresión personalizada que acompañará al paciente en su día a día, para evitar una recaída o bien manifestada por aumento de volumen o por falta de funcionalidad.

El ejercicio físico personalizado e individualizado, dirigido por un profesional es muy importante en el manejo del linfedema. Hay estudios que demuestran los grandes beneficios que derivan de la realización de ejercicio físico en esta patología tanto para su prevención como para su evolución.

Otra opción de tratamiento del linfedema es la presoterapia, una máquina que mediante un sistema de mangas ejerce diferentes presiones que ayudará a evacuar la parte liquida del linfedema.

¿Cómo debo actuar ante la aparición de un linfedema?

Como hemos dicho anteriormente, la evolución del linfedema es lenta y progresiva, por lo que si usted nota que su brazo es más pesado de lo normal, le aprieta la manga de la ropa, o se le marca el reloj es importante que contacte con personal sanitario especializado para poder diagnosticar si está usted padeciendo un linfedema y de ser así el caso, empezar un tratamiento lo antes posible que minimice el aumento de volumen a gran escala.

Es normal sentirse preocupado, o incluso desbordado ante la aparición de un nuevo problema, pero con un tratamiento precoz las opciones terapéuticas y resultados son en la mayoría de los casos ampliamente satisfactorios.

Ante cualquier duda, no dude en ponerse en contacto con su oncólogo, medico rehabilitador y fisioterapeuta.

Bibliografia

  1. https://seom.org/
  2. https://www.cancer.gov/espanol/tipos/seno
  3. http://linfocare.telemedicina.isciii.es/

Alicia Martín Izquierdo
Fisioterapeuta ONCARE

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