Blog

¡Ya estoy vacunada!

¡YA ESTOY VACUNADA!
El sitio de las im-pacientes

¡Ya estoy vacunada!

Zapatero, a tus zapatos.

Me salto la línea espacio temporal para contaros que ¡el miércoles me vacunaron! Tenía la entrada medio preparada, pero, como me creo Superman y a veces pienso que esto no va conmigo, no contaba con los efectos secundarios. Esos de los que mi madre ni se ha enterado y a mí me han tenido dos días aplastada en el sofá: Fiebre el miércoles por la tarde. El jueves no podía casi mover el brazo, ni el resto de mi misma.  También esa sensación de revoltijo que vive conmigo, así que no sé si puedo echarle la culpa al ARN mensajero de Moderna. El viernes ya empecé a ser persona y hoy sábado no noto ni dónde fue el pinchazo. Caso cerrado.

De vez en cuando se me olvida el charco en el que estoy metida. Una señora preguntó si la podían vacunar aprovechando que acompañaba a su marido y le contestaron que “solo a pacientes oncológicos” y fue como si me recordaran porqué estaba yo allí. Tengo que preguntar a Almudena Psicóloga si esto es normal, que seguro que lo será. Me confirma que así es y nos lo explica: la mente tiene que desconectar en algún momento, no puede estar siempre pensando en que tenemos cáncer. Lo malo sería que por esa desconexión se nos olvidara ir al médico, ponernos un tratamiento o no nos cuidáramos (eso se llama “Negación desadaptativa”). Otro melón que abriremos otro día.

Que me despisto. Como Misprincesas van al cole, estoy expuesta a cierto riesgo y con todo lo que llevo encima “este” bicho en concreto no es el que más me preocupa. A mí el COVID me ha incordiado lo mismo que a cualquiera: he recibido todos los tratamientos que tenía que recibir en el momento que tenía que recibirlos y, como no me querían en el hospital, más rápido que nunca. Solo he echado de menos algún abrazo tras una mala noticia y estoy segura que alguna doctora y alguna enfermera (me tratan mujeres, no intento ser ni inclusiva ni exclusive) también querrían habérmelo dado. Tampoco me gusta ir sola, pero ya me he acostumbrado.

Como candidata a Cobaya del año y con todas las medicinas que me enchufan (cuyo nombre no sé ni pronunciar) no dudé lo más mínimo en vacunarme. Ni se me pasó por la imaginación no hacerlo.  Si mis médicos me dicen que haga el pino, ahí voy yo cabeza abajo y en esto no iba a ser distinto. Ellos saben más. Bueno, desobedezco un poco con los helados y el chocolate, nadie es perfecto.

El Dr. José Luis Casado Médico Adjunto de Enfermedades Infecciosas del Ramón y Cajal en su café con Oncare nos contó que hay pocos datos en la población oncológica porque no nos han incluido en los ensayos. Esto por otra parte es habitual en otras vacunas, y desde mi más absoluta ignorancia, yo le veo todo el sentido. Las dudas que surgen no son tanto de seguridad como de eficacia en los Im-pacientes con enfermedad avanzada o en tratamiento quimioterápico, ya que al tener el sistema inmune “tocado” podíamos quedar menos protegidos y por eso nos llaman desde los Servicios de Oncología.

En resumen, que los beneficios superan a los riesgos y que HAY QUE VACUNARSE. Por nosotros y por los que nos rodean.

Pide cita

  1. Pide cita llamando al
    661 88 94 18 - 912 878 564.
  2. Nuestros profesionales te asistirán en tu consulta y realizarán una valoración clínica.
  3. Te aconsejaremos sobre nuestros programas y planes.