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La expansión

LA EXPANSIÓN
El sitio de las im-pacientes

La expansión

“It all started with a Big Bang”

Todo me sonaba a chino, “expansor”, “simetrizar la contralateral” (no me digáis que no es una forma preciosa de decir que te las van a igualar) …os recuerdo que de quimios y radios parecía que me libraba.

Lo de la expansión me daba mucho miedo, por más que el médico me dijera que eso no dolía, no lo veía nada claro. Pero como casi siempre me equivoqué, ni duele ni te enteras: Con un imán buscan la válvula por donde van a inyectar el suero fisiológico con una jeringuilla de tamaño considerable. Como la zona está-que-no-está no notas el pinchazo. Te inyectan entre 40 y 60cc (Una botellita tiene 5 y no está llena). Dice el Dr. Aburto que puedes sentir presión, yo no me enteraba de nada

No recuerdo cuantas veces me “expandieron”, pero cuando empiezas a verlas parecidas hace mucha ilusión y desde fuera y vestida no se nota (siempre y cuando no vayas como una morcilla)

No es por ser frívola, o sí, pero piensa bien qué tamaño quieres, no todo van a ser malas noticias. Aunque yo destacaría más que el tamaño, la colocación.

¿Qué notas? Dicen que poquito de presión al inyectar y los días posteriores. Deben de tardar 5? minutos como mucho en hacerlo. Pasas más tiempo en la sala de espera comiéndote la cabeza

Dejamos en paz al Doctor Aburto –pero no por mucho tiempo-  que nos ha enseñado tanto, a mí la primera. Me operaron hace 5 años y, visto en perspectiva, es increíble lo que hacen las manos prodigiosas de estos equipos.

¿Qué es la expansión? El expansor lleva incorporado una válvula metálica en su interior que permite localizarla mediante un imán a través de la piel en consultas externas.  Una vez localizada esa válvula, inyectamos suero fisiológico con una jeringa y una aguja a través de la piel, y vamos “hinchando” el expansor. Esto se realiza semanalmente, lo hinchamos poco a poco para no tensionar demasiado la piel. Lo normal es tener unas 8 sesiones de expansión, o sea, unos dos meses viniendo semanalmente a expandirse. La expansión no suele ser molesta. El pinchazo no duele, porque la piel está insensible, y lo que se nota es cierta “tensión” uno o dos días después de la expansión. El expansor va dando de sí la piel y el músculo, y a los dos meses ya tenemos un volumen suficiente. Los expansores tienen forma “anatómica”, es decir, como una gota de agua, como una lágrima, como una mama. Con más polo inferior que superior, es decir, con “curvita abajo” y menos arriba, como es una mama natural. Una vez completada la expansión, se puede proceder al SEGUNDO TIEMPO QUIRÚRGICO, que consiste en: 1) el cambio de expansor por una prótesis definitiva de silicona 2) la remodelación de la otra mama para simetrizarla si es preciso.

Esta segunda cirugía es más “fácil” que la primera. Duele menos (lo que duele es levantar el pectoral para colocar el expansor en la primera cirugía) y además es el momento en que la paciente se verá POR PRIMERA VEZ “SIMÉTRICA” desde la mastectomía. Es por tanto un momento bonito, en el que la paciente recupera su integridad física y obtiene un resultado estético que llevaba buscando desde la mastectomía. Recordemos que tienen que pasar al menos 2-3 meses para obtener este resultado.

La PACIENCIA es fundamental, y en nuestras consultas, durante la expansión, nos dedicamos a apoyar y a tranquilizar a las pacientes en este proceso. Es duro verse mal, pero nuestra función es acompañar, e incluso “bromear” con ellas (no olvidemos lo importante del humor y el cariño y la relativización mientras uno adquiere este resultado).

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