“Probablemente ya de mi te has olvidado…”

A todas mis amigas, conocidas y a quienes cuento mi libro les insisto en no saltarse una revisión. Puedo llegar a ser muy pesada, rayando el acoso, pero nos jugamos mucho por un despiste, pereza o porque no es apetecible despatarrarse en ese sillón tan ordinario.

Objetivamente yo no tenía papeletas para ser Im paciente, algún antecedente familiar (¿quién no?) pero mi Ginecólogo siempre me pidió mamografías tras dar a luz. Ante mi extrañeza ya que soy la ¡única! de mis amigas a quien se la pedían, me contestaba que “cada vez veía cosas más raras en los embarazos”, que las hormonas podían hacernos alguna jugarreta. No tengo días para agradecer al Doctor Jaime de Lorenzo que me salvara la vida.

Y así fue, con un bebé de 8 meses y otra de 3 años, recién incorporada a mi (casi) nuevo trabajo, encontré el momento en el que me espachurraran.
Nunca he sido aprensiva fui tranquila y prometo que no recuerdo como me dieron el resultado: oí “carcinoma”, “muy, muy pequeño” y volví andando a casa como un zombie. Sólo pensaba en que tenía llegar a tiempo a la peluquería porque tenía una fiesta (aunque, total ¿para qué?  si a lo mejor me quedaba calva). Fui a la pelu, pasó la fiesta y empecé a aguársela a los que me rodeaban, me costó mucho contarlo.
Mis escasos conocimientos de estadística me decían “si unas de cada 8 mujeres es diagnosticada y todas a mi alrededor están sanas como manzanas…pues mala suerte, a alguna  tenía que tocar la china” porque no fumaba, comía más o menos bien, iba a mi gimnasio, alguna copita caía…una vida razonablemente sana

Termino como empecé y le cedo la página al Dr. Alfonso Cortés, Oncólogo Médico y cofundador de Oncare. Por favor señoras revísense una vez al año y, si vamos tarde por el (otro) bicho, ya están Ustedes pidiendo cita que, cogido a tiempo, puede quedar sólo en una anécdota desagradable.

Dr. Alfonso Cortés: En el cáncer de mama (como en otros tumores) “llegar a tiempo” es importante. Afortunadamente, en los países desarrollados, en torno a un 90% de los casos se diagnostica en una etapa localizada, en los que el tratamiento tiene por objetivo la curación de la paciente.

Y este dato tan bueno, entre otras cosas, se lo debemos a los programas de screening o detección precoz: Un programa de screening se refiere al conjunto de actividades aplicadas a grandes poblaciones que tiene como objetivo detectar la enfermedad antes de que se manifieste clínicamente y así poder iniciar el tratamiento de forma temprana.

En el caso del cáncer de mama hablamos de las MAMOGRAFÍAS.

Si tienes entre 50 y 70 años (probablemente en un futuro no muy lejano cambien las edades) deberías seguir este programa, que consiste en la realización de mamografías cada 2 años. 

Quedarían fuera de este programa aquellas mujeres que requieran un seguimiento más estrecho por tener una alta agregación familiar o ser portadoras de una mutación de riesgo para cáncer de mama. 

Finalmente, no debemos pasar por alto otros programas de cribado igualmente importantes como son el de cáncer de cérvix (citologías) o cáncer de colon (sangre oculta en heces). Por eso animo a todas las mujeres que sean convocadas a que los sigan ya que, literalmente, SALVAN VIDAS.